Me llaman pato
– Mamá, mamá en el cole ¡me dicen pato!
– Cua-cua-cua-cualquiera se da cuenta, hijo
– Mamá, mamá en el cole ¡me dicen pato!
– Cua-cua-cua-cualquiera se da cuenta, hijo
– Mamá, mamá ¿el chocolate camina?
– No hijo ¿por qué?
– Ah, entonces me comí una cucaracha.
– Mamá, mamá, en la escuela me dicen peludo!
– ¡¡Ahh por dios!! Un mono que habla!!
– ¡Mamá, mamá! Cuando me crezcan los dedos… ¿Los puedo volver a meter en el ventilador?
– ¡Mamá, mamá! ¿Qué es hostilidad?
– ¡Una pregunta más y te mato! ¿Me oyes, cabrón? ¡Te mato!
– ¡Mamá, mamá! ¿Qué es paranoico?
– ¡Probablemente crees que no lo sé y me quieres pillar! ¿No? ¡O quizá te piensas que soy tonta!
– Mamá, mamá, me tragué un tocadiscos y no me pasó nada, y no me pasó nada, y no me pasó nada, y no me pasó nada, y no me pasó nada, y no me pasó nada, y no me pasó nada…
– Mamá, mamá… En la escuela me dicen hijo de perra.
– ¡Guaaau!
– ¡Mamá, mamá! Están golpeando la puerta.
– Déjala, que se defienda sola.
– ¡Mamá, mamá! ¿Qué es robar?
– Ahora no puedo, hijo, ¡Sigue corriendo!.