Esto es un borracho que sube a su coche y exclama con cara de espanto:
– ¡El volante, me han robado el volante!
Y su mujer, sin inmutarse, le responde:
– ¿Y por qué no pruebas a buscarlo en el asiento delantero?
Esto es un borracho que sube a su coche y exclama con cara de espanto:
– ¡El volante, me han robado el volante!
Y su mujer, sin inmutarse, le responde:
– ¿Y por qué no pruebas a buscarlo en el asiento delantero?