Cinc cèntims

Entra un madrileño a un bar en Barcelona y se pide una caña. Cuando va a pagar le dice el camarero:
– Son dos euros amb cinc cèntims (se lo dice en catalán, 5 céntimos).
Entonces el de Madrid saca y le da dos monedas de 1 euro, a lo que contesta el camarero:
– No, no, i cinc.
El de Madrid pasa de todo, se lo repite varias veces hasta que ya por fin dice el camarero:
– Que faltan cinco céntimos.
Y el madrileño contesta:
– Ya sabia yo que por cinco céntimos ibas a hablar castellano.