El termómetro…
Dos enfermeras se cruzan por un pasillo en un hospital:
– Susi, ¿qué haces con ese termómetro en la oreja?
– Mierda, ya se quien tiene mi lápiz…
Dos enfermeras se cruzan por un pasillo en un hospital:
– Susi, ¿qué haces con ese termómetro en la oreja?
– Mierda, ya se quien tiene mi lápiz…
– Doctor, vengo a hacerme un aumento de pecho.
– ¿Y su marido la apoya?
– ¡No, no! Solo yo las tetas.
– Doctor, creo que necesito gafas.
– Estoy de acuerdo, pero no puedo ayudarle, ¡esto es un banco!
– Doctor, mi mujer no para de regañarme. ¿Es grave?
– Será bronquitis.
– Doctor vengo para que me reconozca.
El médico se le queda mirando y le contesta.
– Disculpe, pero ahora no caigo.
– Doctor, doctor, sea sincero por favor. ¿Es grave el desmayo que he tenido?
– Soy San Pedro.
Un señor le dice a su mujer:
– Cariño, ¿sabes una cosa? ¡El médico me ha dicho que deje de jugar al tenis!
– Ah… ¿Él también te ha visto jugar?
– Doctor, soy asmático. ¿Es grave?
– No, amigo, ¡es esdrújula!
– Doctor, doctor, me he roto la pierna por varios sitios
– Si yo fuera usted, no volvería a esos sitios.
– Doctor, doctor, ¿usted cree que mi marido perderá el ojo?
– No lo sé, yo se lo he metido en el bolsillo.