Se encuentran dos leperos y uno le dice al otro.
– Manolo, ¿quieres ser testigo de Jehová?
y el otro le contesta.
– ¡Coño! ¡Pero si ni siquiera he visto el accidente!
Se encuentran dos leperos y uno le dice al otro.
– Manolo, ¿quieres ser testigo de Jehová?
y el otro le contesta.
– ¡Coño! ¡Pero si ni siquiera he visto el accidente!