Chistes de suegras

En el mar

– El día que yo muera quiero que me sepulten en el mar.
– ¿y por que esa decisión?
– Por que mi suegra me amenazó con bailar sobre mi tumba cuando yo muera.

Partida en dos

– ¡Un camión ha partido a su suegra en dos!.
– ¡Qué horror! ¿Y ahora qué hago con dos suegras?

En un atraco

Durante un atraco a un Banco, después de haber obtenido un buen botín y antes de darse a la fuga, el atracador muy nervioso, pregunta a un rehén:
– ¿Tú me has visto robar este Banco? El rehén asustado le dice que sí, y el atracador le pega un tiro en la cabeza. Después se vuelve al resto de rehenes apuntándoles y pregunta a dos mujeres y un hombre:
– ¿Me habéis visto robar este Banco? Y el hombre, responde:
– Yo no he visto nada, pero mi mujer y mi suegra no han perdido detalle.

Muerte…

– ¿Sabes que se ha muerto mi madre?
– ¿De qué ha muerto?
– De cataratas.
– ¿La operaron?
– No, la empujó mi marido.

Del cementerio

– Manolo, ¿de dónde vienes?
– Del cementerio de enterrar a mi suegra.
– ¿Y cómo vienes tan triste?
– Es que me ha dicho el cura que en la otra vida nos volveremos a encontrar.

Salvación en África

– Pues mi suegra nos salvó en África de los caníbales.
– ¿Se enfrentó a ellos?
– No, se la comieron primero y se envenenaron.

Isla desierta

– ¿Qué llevarías a una isla desierta?
– A mi suegra.
– ¿Te irías con tu suegra?
– ¡Ah! ¿Yo también tengo que ir?

En la casa de la suegra

Un día, el yerno va a la casa de su suegra y ella le pregunta:
– ¿Y esto, usted por aquí?
– Es que hoy tuve una pelea con mi esposa y ella me mandó al infierno.

En el entierro

Un hombre está en el entierro de su suegra. Después de echar tierra sobre el ataúd, él dice:
– ¡Querida suegra! Usted ha sido como una madre para mí
En este momento un pájaro, sobrevolando el cementerio, le caga en la cabeza.
El hombre levanta la cabeza hacia el cielo y dice:
– Ahh, ¿ya llegaste al cielo vieja maldita?

El burrito

– Oye Victorino, que pasa que hay tanta gente un tu casa… ¿murió alguien?
– Si, murió mi suegra… mi burrito la mató de una patada…
– ¿Y toda esa gente conocía a tu suegra?
– No, ellos son los que quieren comprarme el burrito…